La educación del hombre.
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Hortensia Cuéllar Pérez | ||||||||||||||
México: Trillas, 1992 (reimpresión
2001) | ||||||||||||||
Síntesis | ||||||||||||||
Para Federico Fröebel, objeto de estudio de este libro,
la educación ideal del hombre es la que comienza desde la niñez. De ahí
que él considerara el juego como el medio más adecuado para introducir a
los niños al mundo de la cultura, la sociedad, la creatividad y el
servicio a los demás, sin olvidar el aprecio y el cultivo de la naturaleza
en un ambiente de amor y libertad. | ||||||||||||||
Esta idea fue la que inspiró al pedagogo alemán para
fundar los jardines de infancia o kindergarden, instituciones creadas
especialmente para la educación del niño preescolar. En palabras de
Fröebel, el jardín de niños debía ser "una extensión del hogar".
Actualmente, el jardín de niños se ha convertido en una institución
educativa de primera importancia en todo el mundo, ya que destaca el
derecho natural que tienen los padres de contribuir a la formación
integral de sus hijos. | ||||||||||||||
En su doctrina filosófico-educativa, Fröebel propone el
empleo de la actividad infantil no de modo mecánico, sino espontáneo, en
la que el niño involucre todo su ser. Además, dicha actividad debe ser
gozosa y manifestarse prioritariamente en el juego, pero también en las
distintas tareas que se le encomiendan o en aquellas que por su propia
actividad se ve impulsado a realizar | ||||||||||||||
Tabla resumen | ||||||||||||||
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Biografía y contexto sociocultural: | ||||||||||||||
Infancia y juventud: | ||||||||||||||
Augusto Guillermo Federico Fröebel (alemán), fue hijo
de un pastor protestante. Su madre, al darlo a luz enfermó gravemente y
murió cuando apenas él tenía 9 meses. Tal vez su carácter introspectivo y
su tendencia al recogimiento solitario, se debieron a esta difícil
situación familiar. Esto le ayudó a considerar lo que es realmente un
hogar, cuál es el papel de los padres y qué es la niñez. Reflexionaba
sobre sí mismo y meditaba sobre la vida espiritual e interna del hombre;
fue un asiduo observador de la naturaleza: "destruía las cosas para
investigar y conocer su naturaleza y propiedades", razón por la que
constantemente era calificado por su propia familia como "niño malo".
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Su situación familiar cambió, cuando se fue a vivir con
el tío Hoffman (hermano de su madre). Ya como alumno regular, inscrito por
su tío en la escuela de Stadt-Ilm, por primera vez tuvo conciencia de su
libertad. No obstante, dicha etapa también terminó. Volvió nuevamente a la
casa paterna y dado su temperamento poco comunicativo, pensaban que era
poco brillante y por lo mismo, incapaz de emprender elevadas tareas
intelectuales. De esta manera, a sus 15 años fue a parar como
guardabosques, época que supo aprovechar por las lecturas que hacía así
como por el contacto directo que podía tener con la naturaleza. Su
formación filosófica: gracias a la herencia que le dejó su
madre, pudo sostener sus estudios universitarios aunque solo por cuatro
semestres, dados los escasos recursos de su modesta herencia. | ||||||||||||||
Después de haber estado 9 meses en la cárcel por no
cumplir puntualmente con algunas deudas, volvió a Oberweissbach (su lugar
de origen) en busca de empleo, donde pudo colocarse como agricultor
práctico, debido a los conocimientos que tenía sobre la naturaleza.
Inmediatamente después su padre -sintiéndose viejo y enfermo- lo llamó y
le brindó todo su apoyo y comprensión. Luego de la muerte de su padre y
dedicado ya a trabajar, a sugerencia de un amigo filósofo, leyó la obra de
Schelling: Bruno o el espíritu de la época que influyó profundamente en su
pensamiento. | ||||||||||||||
La lectura de esta obra le abrió un mundo nuevo: el de
la especulación rigurosa sobre la naturaleza, el hombre y Dios. Otras
influencias que recibe, en esta época de su vida, son las de los
humanistas Novalis, Goethe, Wackenroder y Thieck, que le revelan la visión
romántica de la producción poética alemana. El mismo amigo le presentó
luego, al pedagogo Gruner, director y maestro de la Escuela Modelo de
Francfort, quien le ofreció una plaza de maestro en su institución.
Podemos decir, que el doctor Gruner influyó en su formación
pedagógica. Gruner era un antiguo discípulo de Pestalozzi y logró
que Fröebel optara decididamente por la educación, después de navegar
también por la arquitectura. Fue a Iverdun para encontrarse personalmente
con Pestalozzi, allí recibió amplias explicaciones acerca del
funcionamiento y organización de la escuela. A su regreso fue nombrado
profesor de la Escuela Modelo, con el encargo explícito de formular un
nuevo plan de enseñanza para dicha institución. Pero lo más impactante,
fue el encargo de enseñar a niños de 9-11 años, experiencia que resultó
determinante en la vida de este humanista, pero que sólo duró tres años.
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La influencia de Pestalozzi, en la Escuela Modelo, era
notoria, la institución se regía por los principios pedagógicos de su
doctrina. Esta experiencia, que terminó por algunas voces insidiosas, fue
sustituida por otra en la que fungió como preceptor de los tres hijos de
la familia Von Holzhausen. En esta época se formuló una serie de preguntas
que bien pueden enmarcarse en una filosofía de la educación. Interiorizó
también la idea del trabajo humano, cuestión que le abrió todo un
horizonte de nuevas posibilidades, con lo que queda situado como uno de
los pioneros de la educación para el trabajo. Como consideró que le hacía
falta un conocimiento más hondo de la doctrina de Pestalozzi decidió
trasladarse a Iverdun para empaparse de los principios educativos del
maestro y ponerlos en práctica inmediatamente, con sus discípulos, y más
tarde implantarlos en las escuelas de su patria. En efecto, Pestalozzi se
convirtió en el amigo y consejero del futuro fundador del Kindergarden
alemán prodigándole muchas muestras de su consideración y afecto; es en
Iverdun donde aprende a valorar el juego infantil y juvenil al aire libre.
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Más tarde descubriría que el juego llegaría a
convertirse en uno de los cimientos principales de su pedagogía. En esta
grata estancia, pudo Froebel juzgar el pensamiento de Pestalozzi con un
sentido crítico, en especial algunos elementos de su doctrina que le
parecieron inconsistentes. Su valoración se encuentra apoyada en la
detección de algunas de las carencias fundamentales de este sistema
educativo, lo cual motivó un progresivo alejamiento de Pestalozzi, hasta
obligarle a dejar Iverdun. | ||||||||||||||
En 1811 decidió inscribirse como alumno de la
Universidad de Gotinga para continuar sus estudios de filosofía. Ahora
podía reflexionar sobre otros tantos temas que le inquietaban como: el
origen y fin del hombre y su medio de expresión natural: el lenguaje. Allí
se entregó por completo al cultivo del estudio y de su espíritu; aquí
cristalizó una de las ideas que más tarde expresaría en La educación del
hombre. En Berlín continúo sus estudios: algunas ciencias de la naturaleza
además de filosofía con profesores como Fichte, Schleiermacher, Sevigni y
otros, con lo que su formación filosófica se hizo más profunda, pero
siempre bajo los derroteros del idealismo alemán. Al formar parte de la
lucha contra Napoleón (donde conoció a quienes serían sus mejores amigos y
más tarde sus discípulos y colaboradores), mostró su amor por la justicia,
la paz, la verdad y el bien. | ||||||||||||||
Principales tesis educativas:
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Fröebel se trasladó a una casa de campo para continuar
con la educación de sus sobrinos, de ahí se fue a Keilhau (pequeña
propiedad) para establecer el nuevo Instituto Educacional, escuela que
pronto adquirió gran fama. Durante este tiempo contrajo matrimonio y allí
fue donde maduró algunas ideas de tipo práctico; luego de haber librado
algunas sospechas en torno a él, la vida en el instituto continuó
normalmente. Fue entonces cuando escribió: La educación del hombre, obra
publicada en 1826 que contiene los principios filosóficos de su teoría
pedagógica. La cual está escrita en un estilo denso en el que paso a paso
va desarrollando los diversos aspectos de su teoría sobre la educación.
Desde la introducción establece que el principio y fin de todo cuanto
existe es Dios. | ||||||||||||||
Sus principios filosófico-teológicos nos muestran a un
Fröebel (protestante) de un espíritu profundamente religioso que quería
manifestar al exterior, lo que ocurría en su interior: su unión con Dios.
Sin ser ajeno a la influencia de los pensadores que se apartaron de la
ortodoxia cristiana (panteísmo idealista), Fröebel se asienta en la
fundamental unidad entre naturaleza, hombre y Dios que configuran las
coordenadas de desarrollo de especulación teológica-filosófica-educativa.
De ahí que la gran tarea de la educación tenga por eje fundamental la
contemplación de la naturaleza, del hombre y de Dios, llevando al hombre a
conocerse a sí mismo, a vivir en paz con la naturaleza y en unión con
Dios. Para conseguirlo, hay que trazarse los siguientes objetivos:
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1. La determinación de un ideal de vida que el profesor
debe presentar como modelo a seguir (Jesucristo, para Froebel) y 2. El
educando tiene que ser tratado de acuerdo con su dignidad de hijo de Dios,
dentro de un clima de comprensión y libertad. De donde se deduce la
relevancia de la dimensión teológica de esta propuesta y la consecuencia
natural de estos presupuestos será educar en la libertad (tolerante,
variable y flexible). | ||||||||||||||
El educador está obligado a respetar en toda su
integridad al discípulo; debe manifestarse como guía experimentado y amigo
fiel que con mano flexible y firme, exija y oriente. No es sólo guía sino
también sujeto activo de la educación: da y recibe, orienta pero deja en
libertad, es firme pero concede. El educador debe conocer los diversos
grados de desarrollo del hombre para realizar con éxito su tarea. Las
fases de desarrollo son tres y van desde que el hombre nace hasta la
adolescencia. | ||||||||||||||
La educación de la infancia adquiere con Froebel, un
decisivo impulso, en particular la segunda infancia que centra en tres
cauces de operatividad inequívocos: la acción, el juego y el trabajo. Por
lo que conviene estimular la actividad en el niño pues la obra que de ahí
resulte constituirá el primer germen del trabajo (los "capullos del
trabajo, son los juegos de la infancia"). Aquí es donde se encuentra el
núcleo de la doctrina froebeliana sobre el juego y el trabajo apoyado en
la actividad del niño. Es importante estimular la actividad infantil desde
la más tierna edad, en virtud del importante papel que desempeña como
juego en la infancia o como trabajo cuando adulto. | ||||||||||||||
Por eso, desde diversos puntos de vista, el juego en su
doctrina es fin y medio. Fin porque es la manifestación libre y espontánea
del interior, que origina el gozo, la libertad, la satisfacción, la paz
consigo mismo y con los demás. Medio en cuanto que el juego representa el
"retoño del trabajo", que se desplegará en el pluriforme universo de la
cultura, fruto de un trabajo creativo. Gracias al adecuado y original
aprovechamiento del juego infantil, se considera a Froebel como uno de los
grandes pioneros de la educación para el trabajo. Con respecto a otras
dimensiones relevantes de su pedagogía, destaca la importancia que tiene
la familia y el papel de la madre y el padre en virtud de su peculiar
vocación. | ||||||||||||||
Fundación del Kindergarden: | ||||||||||||||
Además de escribir La Educación del
hombre y haber fundado varios institutos educativos (Keilhau,
Wartensee, Willisan), creó en la ciudad una gran institución: "Instituto
Autodidáctico", influido por la teoría de la intuición educativa de Juan
Enrique Pestalozzi. La intuición educativa era considerado el mejor método
para aprender y consiste en una enseñanza intuitiva con fines de
autoinstrucción. Ideó además una serie de materiales didácticos (juegos
educativos), pensó en la utilización del cubo, triángulo y la esfera como
auxiliares de esa tarea a la que le entusiasmaba dedicarle la vida.
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Para llevar a la práctica toda esa serie de
reflexiones, reunió a un grupo de personas que se convertirían luego en
sus colaborados. En particular, la labor de estos discípulos estuvo
centrada en la tarea de inventar juegos educativos para los jóvenes. La
experiencia reflexionada lo lleva a la conclusión de que el hombre merece
ser educado integralmente desde su infancia. Esta idea es la que lo
impulsa a dedicarse por entero al cuidado de la primera infancia y lo
consagra como infatigable y ardiente amigo de los niños. De este modo, el
inicialmente llamado Instituto Autodidáctico de Blankenburg cambia su
nombre por el de "Instituto para la educación del impulso activo de los
niños y de los jóvenes". Allí encontró la clave que le conduciría, tres
años después, a la fundación de los jardines de la infancia, basados en
los pilares fundamentales de su concepción educativa: juego y trabajo,
disciplina y libertad. Sin el juego-trabajo -pensaba él- la educación
produce gente indolente, poco activa, sin ideales. Y llamó "dones" a sus
juegos educativos porque amaba intensamente a los niños y le gustaba
verlos felices con sus juegos, no tenía otra meta profesional más que
vivir para ellos. | ||||||||||||||
Con la sensibilidad que le caracterizaba, supo
aprovechar de la mejor manera la doble veta de actividad por la que fluye
la energía de los niños: su afán por el juego y su interés por el trabajo.
El juego -dice- es fuente de riqueza constante para el niño y la ocupación
porque fija las impresiones realizadas por el juego en donde descubre,
además, multitud de situaciones agradables, mientras que en la ocupación,
llega a dominar lo que "trae entre manos". El juego puede ser intelectual
y práctico, la ocupación desemboca totalmente en el terreno de la acción.
El juego proporciona conocimiento y gozo, la ocupación utilidad y poder.
En la elaboración de los juegos educativos utiliza cuerpos sólidos,
superficies, líneas, puntos y material de reconstrucción. La confección de
las ocupaciones consta de material sólido (barro, cartón, madera),
superficies (papel y cartón para recortar o pintar), líneas y puntos. Como
puede verse, el actual jardín de niños sigue siendo froebeliano en alto
grado. | ||||||||||||||
En el año 1839, en Blankenburg, fue inaugurado el nuevo
Instituto de Juegos Educativos, antecedente inmediato del Kindergarden,
que fundaría en 1840. Con lo cual, los niños contaron con un aliado
poderoso que realizó una movilización universal a favor de la educación
integral de los niños del mundo. Fröebel tuvo clara conciencia de que era
necesaria el alma femenina -al considerarla como madre- en la formación
del niño pequeño, pues esta etapa de la vida del ser humano requiere de
cuidados especiales que sólo la ternura de la mujer podía proporcionar.
Toda esta valoración de la mujer y de la sensibilidad del corazón femenino
en la orientación de los niños, trajo como consecuencia la incorporación
de la mujer alemana al quehacer docente de un modo formal. Más tarde este
ideal se haría extensivo al mundo entero. Desde entonces, la mujer juega
un papel relevante como educadora natural de la infancia. En el
Kindergarden -pensado por Fröebel- también se consideró fundamental el
contacto con la familia del niño, tanto que en su modo de trabajar, debía
reflejar algunas de las características de un hogar feliz: tranquilidad,
cariño, confianza, calor. En este sentido, el autor pensaba que estos
espacios educativos debían ser la prolongación del hogar. | ||||||||||||||
Luego de grandes éxitos, de otros contemporáneos suyos
que -al menos temporalmente- echan por tierra la labor más floreciente. Y
entonces y al final de su existencia, la obra de toda su vida fue
prohibida por parte del gobierno alemán. Se le acusaba de ser propagador
del socialismo y de conducir a la niñez que frecuentaba el Kindergarden al
ateismo. Acusación que -se comprobó después- era totalmente injusta, ante
la que Fröebel redactó un escrito donde hacía las aclaraciones pertinentes
destacando el espíritu profundamente humanista y religioso de su empresa.
En esta lucha tuvo siempre el apoyo de sus amigos pero, a pesar de todo,
la prohibición no fue retirada sino hasta 11 años después.
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